13 septiembre 2009

Diario de un Toro


Los últimos atisbos de aliento recorren mi cuerpo. No sé porqué han hecho esto conmigo. Me han clavado cosas por todo mi cuerpo. Apenas veo nada, mi muerte se acerca por fin...

Esta mañana me transportaron junto con unos amigos, en unas condiciones penosas, hacia un lugar llamado plaza de toros. Al llegar, nos metieron en un sitio horrible, lleno de utensilios extraños. Lo peor era el olor a sangre que cubría aquel sitio. Allí nos hirieron las patas e, incluso, nos dieron algo que, al menos a mí, me dejó atontado.

Al rato, oía ruidos, parecían voces, como de humanos. Me abrieron paso por una especie de pasillo mientras algo punzante me obligaba a correr más y más, causado por el dolor que me provocaba, por esa especie de túnel de la muerte

Al llegar al final del túnel, fui a parar a una especie de recinto gigante de forma circular lleno de arena. Alrededor, cientos de humanos con rostros sonrientes y gritando de satisfacción fijaron su vista en mí, algo que me acongojó por completo, el miedo recorrió en ese momento mi cuerpo. Todo eso me recordó a un video que vi cierto día sobre circos romanos, que entretenían antaño a un público enfervorizado, sedientos de sangre y de violencia, elementos éstos que eran los protagonistas de semejante espectáculo.

Lo sucedido a partir de entrar aquí ha sido horroroso. Me han clavado varias cosas llamadas banderillas por todo mi cuerpo. Además, un hombre montado a caballo (otro animal no humano que utilizan en su macabro juego) me ha asestado varios golpes de lanza que han convertido mi cuerpo por completo en puro dolor. Lo último que recuerdo es que me han clavado una espada que ha atravesado violentamente mi cuerpo.

Y aquí estoy ahora, como os decía antes, con mis últimos atisbos de aliento. Lo peor es que sigo escuchando a la gente gritando y aplaudiendo alegremente mientras yo estoy aquí, agonizando. Jamás entenderé a los humanos, no comprendo su gusto por la sangre y la violencia, su gusto por la muerte ajena.

Cada vez veo todo más oscuro, ya no me quedan fuerzas para nada más, por fin llega mi muerte, por fin acaba mi sufrimiento...

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